Ir al contenido principal

Comunicación Política



Fundamentos de la Comunicación Política

Es importante asumir la centralidad que ha adquirido la comunicación en la sociedad actual, y en las instituciones políticas –y otras Instituciones– como grandes creadoras de información. En el caso de la Instituciones políticas, tienen el deber de comunicar las decisiones que afectan directamente a la sociedad a la que representan, como también dar a conocer las formas en las que se irá cumpliendo aquello que formó parte del cuerpo de propuestas y promesas en tiempos electorales. En ese sentido, la misma comunicación se presenta con un fuerte perfil político. De hecho, ¿habrá algo que no sea político? Es verdad que no toda comunicación es un acto político, pero si todo acto político se presenta y se expresa públicamente a través de un formato comunicacional. 
 
Respecto de la opinión pública, Manuel Mora y Araujo la ha definido como el “estado de las opiniones agregadas de los miembros de una sociedad relativas a todo aquello que, en cada momento, la sociedad define como público”, atendiendo a la polisemia del término “público” como adjetivo respecto del ámbito de las decisiones públicas o colectivas que afecta a todos los miembros de la colectividad; respecto a la idea de opinión pública como opiniones agregadas de muchos individuos; y respecto de lo público que divide a toda sociedad en categorías dialécticas: emisores–receptores, líderes–seguidores, poderosos–comunes, y actores–espectadores. En este sentido, opina que “lo que opina la gente, cómo formamos nuestros pensamientos acerca de los asuntos públicos, cómo los trasmitimos a los demás y cómo las opiniones que circulan entre las personas llegan a ser una parte sustancial de la realidad social”, y continúa diciendo, que “cuando la gente habla entre sí y pone en circulación sus opiniones en el espacio social, contribuye a la formación de un tejido social específico, intangible y a la vez aprehensible para casi todos. Ese plano de la vida social constituido por las opiniones que las personas emiten y circulan entre ellas es llamado opinión pública”.

A partir de estas dos realidades –comunicación política y opinión pública– se va tejiendo la trama que afecta tanto a gobernados como a gobernantes. Y es aquí, en dicha trama, en la que se hace necesario efectivizar no sólo lo que los emisores desean comunicar, sino también, y principalmente, lo que los receptores logran comprender, aceptar, asimilar, o rechazar del mensaje o los mensajes recibidos. Para efectivizar y hacer asertiva la comunicación política, es esencial atravesarla por el fenómeno de la opinión pública, sin la cual, toda comunicación política quedaría entrampada en su intento de querer decir algo sin logar su propósito. En este punto traigo dos ideas del profesor Mora y Araujo que me parecen relevante en este momento. Dice que “la investigación de opinión pública genera información que facilita el diálogo entre los gobernantes y el público”, y que “la estrategia (más) efectiva es (fruto) de una mezcla de creatividad, efectividad e inteligencia para conocer el ambiente por donde se espera que el mensaje (político) circule y produzca algún impacto”. Sin el aporte de la opinión pública extraído de uno de sus principales instrumentos: la encuesta[1]; sería imposible acceder al ámbito de las ideas, pensamientos, emociones u opiniones de los colectivos, para poder diseñar estrategias comunicacionales asertivas.

Para confirmar lo dicho, Mora y Araujo comenta una nota del consultor norteamericano Don Walters en la que dice lo siguiente: “Si usted es un candidato, lo primero que tiene que hacer es preguntarse por qué cree que va a ganar. Póngase en el lugar de un consumidor (...) usted necesita saber ante todo qué imagen va a proyectar (...) Tiene que poder ver su candidatura como otros la ven. Si usted no es capaz de ver su campaña reducida a una marca (…) entonces usted debe dar un paso atrás”. Entonces, creo que favorecer y acrecentar el estudio de la opinión pública –que hace posible “ponerse en el lugar del consumidor”– es muy importante en el vasto mundo de la comunicación política. Creo que así como entre la política y la comunicación existe una relación dialéctica necesaria (como me referí párrafos arriba), también, entre la opinión pública y la comunicación política existe –o debería existir– la misma necesaria relación. Ambas interactúan dialécticamente. Se necesitan mutuamente. Incluso, quizá, la Comunicación Política tenga más necesidad de aquella, que al revés.






[1] la encuesta por muestreo es el mejor método conocido para investigar la opinión pública”. Mora y Araujo.
 

Comentarios

Entradas populares de este blog

Comunicación Política

La investigación metodológica en comunicación política Cuando hablamos de investigación en Ciencias Sociales hablamos de un “i r hacia la gente” en busca de información, que luego se convierte en datos. La investigación cuantitativa (al igual que la cualitativa) posee una metodología que designa el “camino” en que enfocamos un problema y buscamos las respuestas. En la investigación social, nuestros supuestos, intereses, propósitos y objeto de estudio nos llevan a elegir un camino determinado. En principio, y grosso modo , encontramos dos perspectivas teóricas importantes [1] : 1.      La positivista que busca los hechos o causas de los fenómenos sociales con independencia de los estados subjetivos de los individuos que investigan. Acá se consideran los hechos o fenómenos sociales como “cosas o fenómenos” que ejercen una influencia externa sobre las personas. Se adopta el modelo de investigación de las ciencias naturales en busca de las causas mediante métodos tales como